Marzo es un mes muy pesado, tras el verano, es la vuelta a la rutina al trabajo, colegio o universidad. En mi post de regreso quiero hablarles acerca de un tema que se habla poco pero que considero que es algo creciente, oculto y que no nos hemos dado cuenta. Cuando vemos a los escolares en los primeros días de clases en marzo, creemos que vamos a ver caras alegres en los niños. Sin embargo las caras son largas, con ceño fruncido y claras evidencias de desagrado.
Es muy común frases como "quiero seguir de vacaciones" o directamente "No quiero ir al colegio". Pensar que esto es solo una pataleta infantil es cierto, el problema que se aprecia que la pataleta no es momentanea sino que dura todo el año para muchos. Cuando llega diciembre la expectativa por salir vacaciones es tanta que cuando ocurre parece que poco menos hubieran conseguido un mundial de fútbol. En muchos colegios es dramático el intento de los profesores (los buenos) de motivar a los alumnos a que aprendan, se desarrollen, etc. Creo que este comportamiento se explica por varios factores.
1) Televisión que no muestra virtudes: La televisión criolla, muestra como el mejor logro de una persona ser una persona que ha conseguido ganar fortunas de manera muy fácil, que no exige ningún esfuerzo ni evolución intelectual, esto es especialmente claro en la farándula donde personas con un nivel bajo de educación consigue ganar dinero con entrevistas estúpidas e intrascendentes. Al ver los niños esto, es obvio que los deseos de ir al colegio son pocos, si puede conseguirse bienestar económico de un modo mucho menos "costoso", por ende el interés por aprender se esfuma.
2) El mal ejemplo de los padres: Nadie puede discutir que el ejemplo de los padres es potente en los niños, muchos padres siempre llegan de la casa hablando pestes del trabajo, algunos de manera justificada pero muchos es por simple queja, o envidia porque ve a pares que le van mejor. Esto sin duda muestra a los niños como que la responsabilidad es algo terrible, latero, y que solo trae desgracias.
3) Cultura Antimérito: En los puntos anteriores ya uno puede verlo, pero además la política oficial, la jerarquía de la Iglesia y nuestra idiosincracia, privilegia una igualdad que es nociva, la que dice que los ricos, producto de su esfuerzo y ganas de aprender, son injustos con los que no son, terminando siempre de que deben reducirse las diferencias en sueldos . Cuando son simplemente el reflejo de los méritos de uno y otro. Así muchos niños en general no son amigos de compañeros que les va bien, sino del choro, del bacán, etc.
Lamentablemente este fenómeno parece empeorar en la adolescencia, ya que menos les gusta ir al colegio. Afortunadamente algunos se dan cuenta que estudiar y aprender les permitirá que en el futuro la riqueza que puedan adquirir sea duradera. En cambio muchos de los faranduleros la perderán, debido a que no saben gastarla, nada de raro que en tiempo no muy lejano varios de estos estén con serios problemas económicos, y quieran recurrir a la Televisión, sin embargo esta los ignorará porque no les dará rating.
5 comments:
Estoy de acuerdo contigo.
El tema de los ricos es chocante en vez de aprender de ellos, les hacen que tienen envidia.
¿Has visto el programa 'los más ricos del mundo', que transmiten por el cable? Si son hijos ricos, intentan quitarse la sombra del padre y labrarse su propio nombre. Otros han surgido porque cambió el régimen politico del país, y otros simplemente se atrevieron arriesgarse. Un tipo que millonario gracias a los juegos, me gustó lo dijo: "Hay personas más inteligentes que mi. La única diferencia es que yo me arriesge". Eso me gustó.
saludos y que bueno que estés de vuelta.
¿Sabes, Sebastián? Esta vez no estoy del todo de acuerdo contigo en cuanto a que la mayoría de los niños odien regresar al colegio, al menos no es la experiencia que me ha tocado ver.Muchos de ellos encuentran entretenido principalmente ver e interactuar allí con los amigos, lo que les hace tolerar mejor el hecho de tener que estudiar.
Pero si concuerdo con el análisis que haces a continuación acerca de las motivaciones para que algunos de ellos rechazen el colegio.
Me parece muy preocupante y alarmante en especial lo que llamas "cultura antimérito", tendencia enfatizada por estos gobiernos socialistas que intentan homogeneizar lo que por naturaleza es distinto, quitándole a los niños el incentivo del reconocimiento por el esfuerza.
La Iglesia catolica, como dices, lamentablemente contribuye bastante a esto, con opiniones y columnas muy leidas como las de curas como Felipe Berrios, que parece solazarse en estimular la envidia y el resentimiento social, disfrazandolo como solidadridad.
Cristián, sobre los niños por supuesto. No todos no les gusta el colegio el problema que veo es que es un fenómeno cada vez más creciente. Cuando voy a mi colegio (voy frecuentemente desde que salí de cuarto medio) me doy cuenta de esa situación.
Quiero hablar un poco de Berríos, es un cura que habla contra los empresarios que son los que financian "Un techo para Chile". A través de ello quiere que en todas las universidades los trabajos voluntarios se hagan a la siga de Un techo para Chile, generando un dominio centralizado, afortunadamente varias universidades y sus movimientos universitarios lo han impedido. En fin ahora estoy convencido de alguien que me dijo que entre jesuitas y comunistas no hay diferencia.
Quizás el cura Berríos leyo a Lenin y le pareció regio 'el centralismo democrático'. ¿Dónde quedo la libertad para optar por la propuesta de 'Techo para Chile' u otra?
qué bueno que estás de regreso! un abrazo!
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