Tuesday, June 12, 2007

Inmigración: Un tema clave


En Santiago hemos visto una gran cantidad de peruanos en estos últimos tiempos. En Chile como es todavía "la joya latinoamericana" está viviendo un proceso que está ocurriendo y nadie lo plantea, que es el de la inmigración de gente de muchos países. Este es un tema bastante serio que debería ser abordado legalmente.


Los Chilenos todavía ingenuamente creemos que estamos en una isla, sin embargo la realidad es otra, muchos de nosotros si indagamos nuestra historia familiar nos encontramos con alguna descendencia extranjera; en economía lo que ocurre a nivel mundial casi se replica de la misma forma en Chile y muchos estudiantes extranjeros cada vez más hacen posgrados en Chile, etc.


Muchos de estos extranjeros se quedan por las cosas buenas de nuestro país, ahora este tema de la inmigración si no hay un marco reglamentario, podemos llegar a vivir (y ya está ocurriendo) consecuencias de tener inmigrantes ilegales, como dar trabajo a un extranjero en vez de un chileno, porque es más barato. Esto sin duda va a generar reacciones de anti-inmigración, sin embargo dada la baja cantidad de nacimientos del último tiempo se necesita mano de obra, por lo que la inmigración se hace necesaria.


Lo que creo que hay que hacer es una ley que permita la inmigración bajo ciertos parámetros, como un conocimiento de la historia y cultura de nuestro país, dominio del idioma, que trabaje por un cierto tiempo en el país, con ello podremos diferenciar que extranjeros son un aporte o no para integrarlos a la sociedad. Es un tema que en el futuro dará mucho que hablar, el caso de EEUU es un ejemplo, si bien hay mucho ilegal, vemos que los legales son un aporte y se sienten identificados con su nueva nación.

4 comments:

Marta Salazar said...

Muy bueno tu post! gracias!

Javier Bazán Aguirre said...

Ese tema nunca se ha ocurrido abordalo, lo mismo con las inmigraciones de los países pobres a los ricos.

cristian said...

Chile fue muy inteligente y visionario a mediados del siglo XIX, cuando, impulsado por el talvez mejor presidente que ha tenido en su historia, Manuel Montt, quien promovió la inmigración positiva al Sur de alemanes, un pueblo trabajador, esforzado y responsable que vino a colonizar tierras que a los mismos chilenos de la época les parecía demasiado trabajoso hacer. La importancia y aporte en la historia de Chile de esta inmigración fue notable y decisiva, al igual que la posterior inmigración italiana, árabe, suiza, etc.
El problema es cuando la inmigración se transforma de un aporte en una carga, y eso es lo que se está viendo en el último tiempo. ¿cuál es el aporte productivo para Chile de la llegada de tantos peruanos, ecuatorianos, cubanos, al pais?
Pero no le vamos a pedir a un gobierno socialista que les ponga coto ni aumente las exigencias.
Espero que no necesitemos estar en la situación en la que está hoy Francia para reaccionar, como lo acaba de hacer al elegir a Sarkozy, quien prometió poner orden. Aunque es claro que la inmigración hacia Francia resulta infinitamente cualitativamente más dañina que la que recibe Chile, pues en ese pais los inmigrantes generan conflictos religiosos y sociales, y desperfilan la cultura vernácula de dicho pais.
Para cualquier profesional chileno, por más destacado que sea, migrar a otro pais desarrollado se hace tremendamente caro y dificil, dadas las draconianas exigencias que dichos paises colocan.
La cosa, injustamente, es más facil para la mano de obra chilena no calificada que migra con inusitada facilidad a esos mismos paises, asi como para aquéllos amparados por el comunismo internacional, que se benefician y parasitan de los sistemas públicos de paises ingenuos como Suecia o Noruega y viven mejor que destacados profesionales chilenos que se tiene que quedar acá.

Matías Rivadeneira said...

Excelente post.

En lo personal creo que nuestro país está muy poco habitado (nuestra densidad de población es mínima en comparación con países "desarrollados"), y para peor nuestra tasa de natalidad está por los suelos. Todo ello repercute en limitar las posibilidades de crecimiento de nuestra patria.

Por otro lado, pretender una inmigración de países "laboriosos" no tiene demasiado alcance si se considera que la inmensa mayoría de esos países tienen tasas de natalidad tanto o más bajas que la nuestra, por lo que prácticamente es casi inevitable que el grueso de la población inmigrante provenga de países "poco laboriosos" o de desarrollo limitado. Pero el gran problema es hasta qué punto la inmigración puede generar trastornos en nuestra identidad nacional.

Yo promuevo una inmigración integral, abierta a todo aquel que quiera venir a aportar al país, y que tenga verdadera motivación de integrarse a nuestra idiosincracia y nuestras costumbres. No veo la necesidad de establecer limitaciones en razón de la nacionalidad o la raza (así, tal como hay peruanos, bolivianos, cubanos o colombianos, por decir algunas naciones, que son 0 aporte, hay otros que es un gusto que hayan llegado al país, y que han contribuido con su pequeña cuota al progreso de la nación. También podemos comprobar la existencia de casos de franceses, alemanes, etc., que también han sido 0 aporte.

Por ello es que la inmigración debe controlarse en razón de la persona, sus capacidades y motivaciones, más que en la raza o la nacionalidad o la condición socioeconómica a priori.

Otro tema que calza con el de la inmigración es el de los refugiados. Todas las naciones tienen un deber moral de prestar apoyo a quienes por diversas razones se han visto forzados a abandonar su patria, y de brindarles la posibilidad de cobijarse en su suelo, de acuerdo a las posibilidades propias de cada nación. Chile ha sido bastante irresponsable con los refugiados que han llegado a suelo patrio, ya sea porque ha traído más de los que podía, ya sea porque no se ha comprometido en forma adecuada con ellos. Lo que sí es cierto es que debe existir una política de los refugiados que les brinde el apoyo necesario para adaptarse a nuestro país, y con posterioridad hacer su contribución a nuestra patria. ¡Cuántos casos conocemos de ingenieros, físicos, académicos, etc. de otras naciones que llegan a Chile como refugiados y que se ven impedidos de desarrollarse y contribuir con la patria conforme a sus posibilidades! A lo mejor cuantos Wheelwright, cuántos Domeyko, cuántos Philippi del siglo 21 nos estamos farreando!