Tuesday, June 24, 2008

Fondo de Estabilización versus Eliminar Impuestos


Mucha controversia ha generado el anuncio por parte del Ministerio de Hacienda y que fue aprobado por el parlamento la inyección de US$ 1.000 millones para el fondo de estabilización del petróleo; sin embargo ¿cuales son las razones que generan esta polémica? Primero hay que tener claro ciertas cosas un poco complicadas pero que son necesarias para entender el análisis.

Tanto los impuestos como los subsidios generan pérdidas: En economía cuando a un bien determinado se le grava, o mejor dicho se le aplican impuestos, lo que genera es que un grupo determinado de consumidores sin lugar a dudas dejará de consumir combustible, esto nos llevará a que los recursos que el estado recauda por concepto de impuestos, no alcanza a compensar los recursos que se pierden por el hecho que los precios son artificiales por culpa de los impuestos que son específicos. Ahora en el caso de los subsidios también se genera una pérdida porque los subsidios lo que hacen es traspasar recursos a personas que no necesitan o desean los bienes, por tanto los subsidios no necesariamente llegarán a las personas más necesitadas.

¿Cómo se aplica lo anterior al petróleo?: Queda claro que los impuestos generan una caída en el consumo de combustible, esto se refleja en muchas personas que están dejando los autos petroleros, por los “city-car” chinos que son más baratos y más rendidores en ciudades, en tanto un instrumento como el Fondo de Estabilización del Petróleo (FEP) en el fondo actúa como subsidio a algunas personas que muy posiblemente no usan auto, y además el FEP es un mecanismo presupuestario, por lo que lo que tiene que hacer Hacienda para mantener un presupuesto equilibrado es reducir los gastos presupuestarios de otros ministerios.

El problema del petróleo no es solo inflación: Con una simple aplicación de la ley de oferta y demanda podemos dejar en claro que el problema del alto precio del petróleo no solo afecta a la inflación. Como el petróleo es un insumo, un alto precio de este, hace que para toda la economía sea más costoso producir todos los bienes (alimentos, vestuarios, transporte, etc) lo que nos lleva a una contracción de la oferta agregada nacional, esto nos lleva a una situación peligrosa a mayor inflación sumado a un menor crecimiento económico, y lo peor es que eso se traduce en mayor desempleo o empleos más precarios.

Una baja de impuesto específico es lo adecuado: Eso no afecta al presupuesto nacional, ya que permitirá mantener equilibrado dicho presupuesto; también una caída en el impuesto específico, no solo hará que el combustible sea más barato, sino que cueste menos producir el resto de los bienes, sino que habrá menos inflación, más crecimiento y mayor empleo. En cambio el FEP si bien puede hacer menos costoso producir por un tiempo, el ajuste fiscal que se tiene que hacer para mantener equilibrado el presupuesto, hará que existan menos financiamientos para programas sociales pro crecimiento trayendo como consecuencia solo una temporal caída de la inflación sin efectos en el crecimiento. Por lo anterior, a todas luces la mejor manera de aliviar la complicada situación económica de las familias es reducir o simplemente eliminar el impuesto a los combustibles

Monday, June 16, 2008

LGE: Falta de Coherencia


La nueva Ley General de Educación (LGE), muy controvertida en estos días, plantea un objetivo que es correcto que es elevar la calidad de la educación, sin embargo hay ciertos aspectos que reman en contra de ese objetivo.


En primer lugar esta ley no reduce las inflexibilidades de varios colegios que tienen malos resultados, generalmente municipales y de zonas pobres, para contratar profesores especialistas desde séptimo básico en adelante, no hay que ser experto de educación para darse cuenta que ello es determinante en el aprendizaje en los alumnos y en los resultados del SIMCE muestran directa relación con que el establecimiento tenga o no profesores especialistas.


En segundo lugar la menor exigencia que se les pone a los alumnos para pasar de curso, antiguamente se repetía de curso con 2 ramos rojos a todo evento o con un ramo rojo con un promedio inferior a 4,5. Ahora se establece la repitencia con tres ramos rojos a todo evento, 2 ramos rojos con promedio general inferior a 5,0 y 1 ramo rojo con promedio inferior a 4,5; así es evidente que el incentivo a estudiar se reduce y por ende el aprendizaje es menor, ¿y los niños problema? Bueno existen muchas otras formas de mejorar su aprendizaje viéndolo caso a caso, aunque sea impopular decirlo la única forma de mejorar la calidad de educación es con disciplina y exigencia.


Otro tipo de incoherencia es en el tema de la libertad de la educación, Chile desde hace más de dos décadas ha escogido un sistema de libertades, sin embargo el gobierno quiere a través de las indicaciones distinguir entre la educación pública y la educación privada privilegiando la primera, a través de cuotas de matrícula según se ha planteado (ejemplo 50%) así se pasa por encima de la voluntad de muchos padres que se verán obligados a ir al establecimiento municipal, y si a eso le agregamos que la educación pública plantea entre otros aspectos que sea laica, entonces la familia no puede elegir el colegio de sus hijos de acuerdo a los valores que muchas familias quieren. También es incoherente con un sistema de libertades el hecho que la subvención sea pareja por establecimiento y no diferenciada por niño, eso lleva a los establecimientos a seleccionar niños de bajo riesgo, si fuera diferenciada por niño tendríamos entonces que los establecimientos van a elegir a los alumnos que quieran.


Este último punto nos lleva que incluso exista incoherencia en relación al derecho a la educación, ya que manteniendo la subvención por establecimiento tenemos que los padres de los alumnos de alto riesgo no podrán darles esa educación especial que ellos necesitan y con una muy alta probabilidad, quedarán en la educación pública que es general.
Esto nos lleva a que la calidad de educación no se consigue por medio de una ley sino que con herramientas que se dirijan hacia de ese objetivo, sin embargo las herramientas que se quieren usar van en muchos casos en sentido contrario a lo que queremos.

Tuesday, June 10, 2008

Con la Concertación no se puede


Ciertos personeros de la Alianza afirman la tremenda importancia de lograr acuerdos en los más variados temas, son cosas que yo comparto plenamente; sin embargo no hay que olvidar el objetivo central de conseguir el Bien Común del país, que no es necesariamente lo que la población quiere, en fin sin desconocer que ponerse de acuerdo es una vía no muy costosa para conseguir el Bien Común, para eso los acuerdos deben ser cumplidos por ambas partes.




Es por eso que el acuerdo de la educación fracasará desgraciadamente, porque la Concertación desconoce el acuerdo; porque si se hubieran respetado el acuerdo y querían indicaciones debieron haber consultado a las partes del acuerdo porque está en la esencia de un acuerdo. Y lo más grave es que la presidenta se convierte en cómplice al no ser capaz de detener a los parlamentarios que presentaban las indicaciones.




El bien Común del país es la mejor calidad de la educación, y lamentablemente es la educación público-municipal la de peor calidad, y lo que se quiere es en cierto punto de las indicaciones que la educación pública tenga de un 50% de la matrícula, por tanto van a haber familias que no van a poder elegir la educación que mejor les parezca a sus hijos, por lo tanto se convierten en hijos del pseudo-dios Estado y con ello se pierde libertad.




No estoy en contra de que el punto se discuta, pero desconocer los puntos esenciales del acuerdo es indecente e impresentable, en el fondo quieren hacer arreglos por la parte de atrás. En fin que podemos esperar si algo que nunca ha caracterizado a la Concertación es la decencia, y con ese tipo de gente no se puede llegar a acuerdos, no todos, y discúlpenme lo que van a decir, tienen el cuero tan duro como para seguir pensando en lograr acuerdos, la desconfianza es muy grande con gente como esta.


Recuerden el objetivo es la libertad y el Bien Común no los diálogos.

Tuesday, June 03, 2008

Sabes cuanto pagas de impuestos


El Dios que yo conozco es un Dios bondadoso que te da dones en el que si uno los aprovecha correctamente usando la razón y la voluntad la persona alcanza la perfección, y las desgracias que a uno le pasan y que a veces son injustas, ocurren muchas veces porque en el futuro te beneficiarán.


Sin embargo en Chile existe una confusión entre Dios y el Estado, a muchos chilenos confían más en el Estado que en el libre mercado (generalmente a los más viejos porque en los jóvenes se ha demostrado que la tendencia es la contraria, un aspecto muy interesante a tener en cuenta) pensando que ahí están las soluciones, y que el les dará el ansiado bienestar, por lo que han transformado al Estado en un "pseudodios" .


Pero la evidencia nos ha mostrado que el Estado en Chile no te da dones para que uno los aproveche y pueda surgir en la vida, ya que el Estado da bonos asistencialistas y no soluciones para que las personas desarrollen su capacidad y así llegar a un nivel de vida bueno. Y las desgracias que nos trae el Estado tampoco se caracterizan porque en el futuro nos beneficiarán, sino que vienen aparejadas de más y más desgracias.


El problema que vive la economía nacional se concentra en sectores donde curiosamente el "dios Estado" está en mayor proporción; en la calidad de la educación la peor educación es la municipalizada, la minería nacional tiene problemas es una falacia, CODELCO es el que tiene los problemas al punto de que una baja del cobre a niveles de largo plazo llevarían a CODELCO a la quiebra, en la salud los problemas están precisamente en los hospitales públicos, y así podemos seguir numerando casos, etc, etc.


Alguien podría decirme que el Estado es justo, pongámoslo a prueba. Suponiendo que una persona que gana $5.250.000 que como bien sabemos son pocas en Chile, ella trabaja 114 días al año para Estado, si eso es justo entonces una persona que gana $145.000 debiera trabajar solo 3 días para el Estado, sin embargo esa persona trabaja 57 días al año, casi una semana laboral al mes. Entonces eso sí es una injusticia, porque si fuera justo que una persona que gana $145.000 al mes trabaje para el Estado 57 días el de $5.250.000 debiera trabajar para el Estado 5,65 años al año, lo que es un imposible.


En fin, lo que tenemos es que el problema del país es nuestro cuasisantísimo señor Estado.


Si no me creen los cálculos, verifíquenlo en este link: