
Esta semana, el candidato presidencial Sebastián Piñera ha declarado que se desprenderá de sus acciones o propiedades de la gran mayoría de sus empresas, con excepción de Chilevisión y Blanco y Negro (Colo Colo). Esta es una demostración clara de que privilegiará su carrera política en vez de sus aspiraciones empresariales.
Pese a ello, la Concertación salió con agudas críticas de que este desprendimiento no es suficiente, en que nuevamente el "roto" Camilo Escalona salió a la palestra con su "guatapique" y las declaraciones de Carolina Tohá, criticando la permanencia en Chilevisión. Sinceramente si yo fuera de la Concertación, estaría feliz con que se quedara con Chilevisión, ya que sus periodistas no lo favorecen precisamente. Lo que ocurre en la Concertación es una combinación de dos factores, los cuales son:
1) Se les acaban los argumentos para atacar a Piñera: Todos sabemos quien es Piñera y que para muchas personas de derecha no nos agrada del todo, pero hay que reconocer que la Concertación no puede acusarlo de ser "hijo de la dictadura", tampoco de ser un derechista recalcitrante. Entonces solo le queda el argumento de que es "millonario", que en Chile es muy popular; por lo tanto al hacer este fideicomiso, el argumento de la Concertación se le está acabando, y todavía no ha encontrado uno nuevo.
2) En el fondo busca que Piñera pierda plata: El tétrico espectáculo que dio la Concertación, se debe que funcionó su ADN socialista, que es el deseo de la "maldita igualdad". Es indiscutible que Piñera es un millonario, gracias en gran parte a su talento y educación privilegiada. La Concertación tiene el temor de que en un gobierno de la Alianza, el Estado se rija por los patrones del talento, el esfuerzo, una mayor excelencia y orientación a los resultados en vez de los mesianismos, las frases lindas pero huecas y de excesivas discusiones sin rumbo.
En fin, el temor de la Concertación es que el gobernante no se ponga a discutir ni pedir propuestas, PORQUE LAS PROPUESTAS SOBRAN, sino que se pongan a trabajar ya que ante eso la pobreza, fuente de éxito de la izquierda se agota. Es por esto que prefiere que sus rivales sean como el de la foto, símbolo evidente del fracaso personal.