Thursday, October 18, 2007

La desgracia que encierra la igualdad


Es muy impopular hablar, sobre todo en países como Chile que las diferencias entre las personas son en cierto sentido positivas. Frente a esta frase muchísimos reaccionan indignados calificándome probablemente de clasista, oligarca, etc. Sin embargo si nos ponemos a pensar en lo siguientes casos, yo al menos prefiero que exista desigualdad y ojalá esta se acreciente, veamos dos casos.


1) Etapa Escolar: Ustedes se han puesto a pensar que nocivo sería darles la misma recompensa a alumnos que se sacan un 4 en el colegio que a otros alumnos que se sacan un 7. Los profesores deberían darles reconocimiento a los alumnos que se sacan un 7 no solo dándoles reconocimientos simbólicos, sino dándoles becas o ingresos para que puedan profundizar sus estudios, sobre todo si es en colegios de baja calidad, aliviando así la carga a sus familias, dándoles privilegios como el asistir a un evento de su propio interés y sobre todo resaltar a esos alumnos al resto de sus compañeros como ejemplos a seguir. Muchos apoderados de los malos alumnos se van a quejar por la discriminación que hacen a sus hijos y que por ello pueden sufrir traumas, ojalá esos alumnos tengan traumas porque el mejor remedio a eso será que se esfuercen y den lo mejor de sí.


Se imaginan ustedes un colegio que otorgue premios a los alumnos con el único requisito de pasar de curso, cuando sabemos todos sobre todo los que hemos estado en la Universidad que pasar de curso en el colegio es muy fácil, por tanto dicha situación perfectamente igualitaria, lo que genera es estancamiento y crear un séquito de perdedores.


2) Ambito Laboral: Imagínense dos empleados en una empresa que realiza el mismo trabajo y que exista un estándar mínimo. Los dos empleados superan ese umbral, sin embargo uno de ellos es tres veces más productivo. ¿Qué pasaría si se les sube el sueldo a ambos en el mismo monto sólo porque superaron el umbral? todos lo superarán apenas y por ende la empresa no crece lo que debería, y eso genera frustración en lo más productivos y ello es evidentemente injusto, si una persona trabajadora y productiva gana mucho más que un holgazán que lo único que hace es quejarse me parece muy bien aunque al holgazán le implique tremendos dolores y se sienta frustrado.


Ante eso la sociedad debe dar más estímulos a las personas trabajadoras productivas, dándoles premios por su buen desempeño, muchos dirían pero y la "dignidad" del otro del holgazán, si se le premia al trabajador-productivo puedes traumar o frustrar al otro. Yo diría ojalá se frustre, se traumatice y que sea sancionado socialmente, así existiría la posibilidad de que el holgazán deje de serlo.


Lo que quiero decir es que la igualdad no es algo aplicable a todos los aspectos de la vida, por tanto no debe ser aplicable a todos los aspectos de la vida, es justo dar privilegios cuando una persona realmente se destaca por lo demás. En Chile existe mucha envidia al respecto y existe esta errónea concepción de igualdad como también de solidaridad, ¿Todas las personas se merecen un gesto de solidaridad? creo que no.


Una sociedad ideal debe ser aquella que se base en la libertad, la verdadera bien entendida y el mérito y si sobra en la igualdad.

2 comments:

cristian said...

Una vez más, totalmente de acuerdo.
El socialismo odia el mérito, por eso son tan mediocres en todo lo que emprenden, y mediocrizan la sociedad en la que gobiernan.
La solidaridad no se puede imponer. La obligación de ser solidario solo generará resentimiento entre aquéllos que son obligados a ayudar, y eso, tarde o temprano, termina por estallar.

Javier Bazán Aguirre said...

Si todos somos iguales, todos somos pobres.