Tuesday, April 08, 2008

Aborto y Estupidez Humana


El célebre premio nobel de Física Albert Einstein dijo que existían solo dos cosas infinitas; "el universo y la estupidez humana y de lo primero dudo". Tiene bastante razón, a pesar de que la especie ha evolucionado en el transcurso de los siglos, dicha estupidez permanece, y es más lastimoso cuando esta estupidez aparece en temas de caracter valórico y de los derechos fundamentales del ser humano.


Aquí entra sin duda el tema del aborto, para muchos (no todos desgraciadamente) esta directamente relacionado con el derecho a la vida. En el tema de la píldora del día después, no existe concordancia unánime de que sea o no abortiva (aunque hay serios antecedentes que sí lo sería). Entonces existe la posibilidad de que sí sea abortiva). Teniendo esto último en cuenta vemos que la gente se horroriza cuando existen crímenes contra personas ya nacidas y bastante más adultas (como las grandes matanzas), sin embargo frente a un asesinato de un niño que está dentro del útero de la madre no existe el menor escándalo.


Se afirma que existe pleno derecho de la madre a decidir si continuar con el embarazo, entonces estamos ante una criatura esclava, que no tiene independencia, ya que es un ser distinto con una carga genética diferente de la madre, con un funcionamiento propio etc, entonces no solo estamos hablando de que esa criatura es asesinada sino que no se le respeta su libertad, por tanto si se consagra ese derecho a la madre, estamos volviendo a la esclavitud.


Sin duda que la decisión de tener un hijo en malas circunstancias es complicado, sin embargo hoy en día existen muchos mecanismos para que aquellas personas que no quieran criar y educar a sus hijos, los den en adopción, yo no veo el problema de eso. Ahora los abortistas en el mundo han iniciado su ofensiva en latinoamérica, debido a que en el mundo desarrollado el tema se está empezando a dar vuelta. En Estados Unidos ha estado cada vez más cerca de derogarlo, y en Europa la visión de la sociedad está empezando a cambiar, aunque tibiamente. Por tanto los que dicen que aprobar el aborto es un símbolo de modernidad, con esto último parece ser que el aborto no es moderno, sino retrógrado.


En Chile, la discusión muestra con evidencia la postura del gobierno indignado con el fallo del Tribunal Constitucional, bueno en la frase de Einstein sobre la estupidez humana, se evidencia en los personeros de la Concertación, en esto queda muy de manifiesto por todo lo anterior que dije. Bueno también en el hecho que sus economistas que estudiaron en Estados Unidos, y que vieron conceptos como eficiencia, optimización, pérdida social, etc, aplican técnicas de economía que no estudiaron porque son inútiles e ineficaces. También se ve cuando dicen que es una gran avance subir el promedio de la PSU en 2 puntos cuando eso es lo mismo que subir de un 2 a un 2,2; etc.
La frase de Einstein queda clara mirando a la Concertación.

3 comments:

Javier Bazán Aguirre said...

A propósito del comentario anterior, una conocida hace tiempo escribió una carta al 'El Mercurio' de Santiago en que también relataba un caso parecido.

cristian said...

Doña Isabel Riquelme, madre soltera a los 17 años del septuagenario Gobernador de Chile en 1778, habría tenido todos los argumentos que esgrime la progresía para considerar que, en sus circunstancias, su hijo no debiera nacer. De haber tenido la mentalidad de muchos de los actuales jovenes chilenos, ese hijo, que interfería con su dignidad y sus planes matrimoniales futuros en una epoca en que estos temas eran mucho más sensibles en la sociedad que ahora, seguramente habria decidido en abortar o tomar la pildora. Porque la adopción, para la progresía, parece no existir como opción de vida.
Pero no lo hizo.
Su hijo nació, y se llamó Bernardo O´Higgins. Y fue el Libertador de Chile.
Con los planes de Dios, nadie sabe para quién trabaja.

Sebastián Miranda said...

Estoy seguro que las personas que han hecho grande Chile, se han metido por donde les quepa los ""valores"" de moda.

Viva O'Higgins
Viva Portales
Viva Pinochet