Friday, July 03, 2009

TOMA INSULZA


Al ver y analizar la situación que ha vivido Honduras en estos días, me deja como conclusión central que el golpe de estado del domingo pasado no solo era necesario sino que absolutamente legal. También he visto la patética actuación del Secretario General de la OEA José Miguel Insulza, tratando de hacer lo imposible de que Manuel Zelaya regrese al poder, cuando ha sido legitimamente derrocado.


Las razones del derrocamiento se explican por el afán de Zelaya de buscar la reelección indefinida. En Honduras, la Constitución indica que el presidente no puede ser reelecto, para eso debe haber reforma constitucional, que debe ser solo el Congreso quien la apruebe. Ante esto Manuel Zelaya buscó la reforma a través de un plebiscito (al estilo Chávez), por lo que es ilegal e inconstitucional, frente a eso el poder judicial y el congreso hondureño hizo lo que correspondía, declarar ilegal el gobierno de Manuel Zelaya.


Y las Fuerzas Armadas hondureñas, lo único que hizo fue cumplir con lo que decía la Constitución, se diferencia de Chile 1973, en que en Honduras no hubo quiebre institucional. Frente a esto José Miguel Insulza indignado dijo que el golpe era inaceptable porque dañaba la institucionalidad democrática. Insulza muestra una hipocresía de proporciones y un limitado concepto de democracia.


Primero, es la misma institucionalidad democrática hondureña la que derroca a Zelaya, segundo Insulza es quien se la ha jugado para que Cuba retorne a la OEA, ¿Que Cuba no ha ído en contra de las instituciones democráticas? Contradictorio por decir lo menos, tercero Insulza en su típico afán izquierdista limita el concepto de Democracia al evento de la elección de las autoridades. Sobre este punto Insulza ignora, o no le gusta aceptar, que la base de la democracia es que las autoridades respeten la ley. Es por eso que la actuación de Insulza resulta patética.


Por último le digo a los hondureños que no se preocupen de quedar fuera de la OEA, ¿Ha servido para algo la OEA? Por último quiero citar un pensamiento de Thomas Jefferson, que afirmaba que cuando un gobernante iba contra la ley y la constitución; la nación tiene el deber de derrocarlo.

5 comments:

Javier Bazán Aguirre said...

La próxima semana iba tocar el caso de Honduras y en partícular las maniobras del secretario general de la OEA, nuestro compatriótica.

En efecto, días antes de lo Honduras, Insulza le había pedido gestos a los EE.UU., por el bloqueo; mas no le había pedido lo mismo a los gobernantes de la isla. ¿Por qué no les dió un ultimatúm como lo hizo con Honduras?

La OEA en manos de la izquierda es una institución rídicula e inoperante.

cristian said...

Ojalá que Honduras se mantenga firme y que los grandes perdedores de esta situación resulten ser Chávez y su "embajador" (además, presidente) de la OEA, Insulza. Un fracaso de éste abriría la posibilidad de que no fuera reelecto, lo que sería un alivio para la libertad en Latinoamérica, y un duro golpe al Imperialismo chavista.
Antes, en los 70, existía la lógica de la Guerra Fría, en que EEUU y el comunismo se contrapesaban. Hoy en dia, el socialismo no tiene contrapeso en su intento de expansión en América, ya que la presidencia de EEUU la ocupa un pelele.

Javier Bazán Aguirre said...

Mira lo que escribió tu "amigo" o ex "compañero" de la U:
Cristóbal, Bellolio

"Miércoles 08 de Julio de 2009
Pinochetismo chavista

Para ser políticamente correcto, me sumo a la condena del golpe de Estado en Honduras. Esencialmente por desproporcionado. Zelaya estaba lejos de ser un tirano. Se le acusa de querer aprovechar una buena racha electoral para tensionar la institucionalidad y sacar una ventaja supuestamente personal. Es posible. Y altamente verosímil en el contexto político regional. Pero aunque todos apunten hacia Chávez buscando al autor intelectual de estas “poco prolijas” maniobras, nosotros podemos aportar con un cercano antecedente local: Augusto Pinochet.

En efecto, las disposiciones transitorias de la Constitución de 1980 sumaban, a la aprobación del texto, la unción del entonces gobernante por 8 años más, que trataron de extenderse por otros 8 en el plebiscito de 1988. La lógica es similar: como era previsible que se aprobara el referéndum constitucional, ¿por qué no aprovecharse del pánico y meter un gol de media cancha? ¿Por qué no estirar la cuerda? Como Pinochet en su oportunidad, hoy es Chávez quien busca la manera de perpetuarse en el poder.

Pero hay otros ámbitos en los cuales Pinochet y Chávez son mucho más parecidos de lo que aparentan. Ni el primero se caracterizó ni el segundo se ha caracterizado por lidiar satisfactoriamente con la diferencia y su expresión organizada, la disidencia. Los regímenes autoritarios (o lisa y llanamente dictaduras) nunca han sido buenos amigos de la libertad de expresión. Por su fisonomía política, tienden a percibir la realidad con cierta paranoia, se alimentan de inseguridades y dan espacio a una variada gama de tesis conspirativas. La necesidad imperiosa de tener todo bajo control los supera. Y en este plano no hay justificación que valga: la libertad de expresión adquiere su pleno sentido cuando lo que se afirma disgusta al soberano. Si sólo se permitiera transmitir ideas gratas al gobierno, la libertad de expresión perdería todo su valor.

Aunque los personajes en cuestión actúen completamente convencidos de que obran por el bien superior de la nación, o guiados por la fuerza de los procesos históricos, se trata de un estilo de ejercer el poder que nos ata irremediablemente a la incapacidad crónica de nuestro continente para solucionar los problemas de manera civilizada y madura, un estilo majadero de verticalidad e intolerancia, que hace de las diferencias ideológicas mero accidente. Si puede existir el bacheletismo aliancista, acá tenemos al pinochetismo chavista.
Volver a la sección "Cristóbal, Bellolio".


"

Sebastián Miranda said...

Lo leí, que quieres que te diga. Es patético, oportunista y es capaz de hacer cualquier imbecilidad, con tal de tener figuración.

Cristobal Bellolio se está creyendo igual que varios "intelectuales", que piensan que son imprescindibles para el país pero nadie los pesca.

Cristobal es abogado, y yo soy amigo de su primo Jaime Bellolio, que es muy distinto.

Javier Bazán Aguirre said...

Gracias por la aclaración. No me acordaba con tal exactitud.

Es oportunista.

saludos